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equivocarse es humano, pero echar la culpa al otro es más humano todavía

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los factores que llevan a la infidelidad

 

como saber si te traicionará

 

En las últimas décadas, el número de adultos que reconoce haber puesto los cuernos a su pareja es mucho mayor. 

 

 

A. López

Rocío Dúrcal lo tenía claro: "Infiel, quien traiciona un gran amor es un infiel, el que tiene doble vida, la legal y la escondida aunque diga lo que diga, es un infiel". A estas alturas de la película, engañar a tu pareja (ya sea novia/o  marido/mujer) parece haberse convertido en algo normal. Los motivos por los que ocurren son diversos: pérdida de interés, deseo de probar cosas nuevas, insatisfacción sexual, atracción por otra persona... 

 

Si estás leyendo esto quizá sea porque piensas que tu compañer@ de viaje te está engañando, el infiel seas tú y no quieres ser descubierto o estés buscando información para que en tus futuras relaciones no te la peguen. No obstante, hay unos cuantos y poderosos factores que aumentan considerablemente las posibilidades de que tu amor se acueste con otra persona.

 

 

Si tu padre lo hizo...

 

Cuando alguien se ha acostado con otra persona fuera de las relaciones maritales, es más probable que sean infieles de nuevo, aseguran Douglas Knopp y su equipo en el artículo publicado en 'Archives of Sexual Behavior'. El estudio ha descubierto que las personas que lo hacen a menudo son más propensos a haber experimentado la misma situación en la relación de sus padres. Aunque no existen datos concretos para asegurarlo, tiene sentido ya que la familiaridad es un comportamiento que hace que sea más probable el suceso a través del aprendizaje social y educación.

 

Esto es válido para otro tipo de conductas en los que la historia personal pasada y la actitud familiar predijeron parcialmente el comportamiento individual, como la agresión y el suicidio, aunque no se puede decir que la historia pasada sea 100% predictiva. La infidelidad es un área llena de conflictos y perspectivas diferentes. En un entorno en el que tener múltiples parejas es una norma social, esta, si se da en una relación romántica, puede tener diferentes significados.

 

 

Ellos engañan porque se siente inseguros y ellas porque están insatisfechas en cuanto al sexo o como castigo 

 

Los individuos involucrados pueden reaccionar de formas dispares y solo experimentan engaños si se violan las normas específicas del contexto, lo que provoca la traición. En las culturas donde la monogamia es la norma, la infidelidad emocional y sexual se consideran transgresoras (de forma moral, religiosa, social y posiblemente legal) con sus correspondientes consecuencias.

 

A menudo este tipo de conductas implican engaños y manipulaciones deliberados llegando a provocar experiencias inquietantes y desorientadoras que consiguen que ambas partes duden sobre su propia capacidad para saber en quién confiar. "La duda y la confusión influyen en las opciones posteriores de relación. La traición apaga la confianza", explica Knopp en 'Psychology Today'.

 

 

Estar de acuerdo en no estar de acuerdo

 

A pesar de los cambios en las normas comunes, la mayoría de las parejas esperan encontrar la monogamia. Sin embargo, ser infiel es común. En 20 años, nuestro comportamiento, pero también nuestra actitud, hacia la infidelidad ha cambiado sensiblemente. El instituto IPSOS publicó hace unos años que el 30% de la población española es infiel y que un 10% más ha intercambiado mensajes picantes con otras personas. Además, un 33% de las mujeres admite que ha mantenido relaciones sexuales en algún momento de su vida con alguien que no era su pareja oficial. Así lo asegura un estudio realizado por el Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP) con más de 3.400 encuestadas.

 

 

Factores comunes

 

Poner los cuernos es uno de los precursores más comunes que provocan el divorcio y uno de los problemas más espinosos e intratables que hacen frente los terapeutas de pareja. Los elementos de riesgo estudiados en la investigación previa incluyen: compromiso bajo, disminución de la satisfacción sexual y de la relación, rasgos específicos de personalidad, actitudes permisivas sobre el sexo o estar en un contexto social que apruebe la infidelidad. Knopp y sus compañeros apuntan a dos teorías principales sobre la infidelidad: una; cuántas parejas alternativas de calidad están disponibles, y dos; actitudes sobre si es o no aceptable que te engañen. Desde estas dos perspectivas, los siguientes factores son más relevantes: 

 

* Cuando la gente conoce a otras personas que son atractivas y están libres, son más propensas a sucumbir a la tentación. 

* Las personas que ya han tenido 'affaires' saben que puede volver a ocurrir. 

* Los que ya lo han hecho alguna vez son más propensos a aceptar la infidelidad.

* Los que participan en ella se convencen de que está bien con el fin de disminuir sus conflictos internos.

* Por lo tanto, engañar a tu pareja una vez conducirá a que se repita, pues los esfuerzos por aliviar ese choque interior pueden dar lugar a una mayor aceptación del adulterio para integrar esta conducta en la visión de uno mismo. 

* Para algunos, este comportamiento puede llevarlos a abordar problemas subyacentes y alterar su conducta y creencias y de nuevo llegar a valorar el engaño como algo inaceptable. 

 

 

Cuando alguien se ha acostado con otra persona fuera de las relaciones maritales, es más probable que sean infieles de nuevo 

 

Pero existen otros factores asociados. Por ejemplo, hay gente que tiende a salir con personas que han tenido este tipo de conducta anteriormente. Ellos son más propensos a elegir una pareja que sea poco fiable y que esté a menudo poco disponible. "Cuando tenemos una cita con alguien sabiendo que ya han puesto los cuernos en el pasado, queremos tener la seguridad de que no volverá a suceder y saber lo que realmente pasó antes de comprometernos demasiado", explica Knopp. 

 

El informe explica también que si uno de los dos ha puesto los cuernos, será más probable ser sospechoso de ser infiel, una cábala tóxica para las relaciones que provocará celos, desconfianza, sentimientos negativos y recordando al otro sus malas experiencias pasadas.

 

 

Por qué lo hacen ellos y ellas

 

El psicoterapeuta estadounidense Robert Weiss recogió en el libro 'Todo sobre la infidelidad masculina' las razones que llevan a un hombre a engañar a su mujer. Suelen ser personas que realmente nunca creyeron en la monogamia, aunque es probable que le hicieran creer que sí a su pareja. 

 

En general, se sienten inseguros, ya sea por su físico o su situación social, y atraer a una nueva persona es un modo de vencer ese sentimiento. En general, no son conscientes de las repercusiones de sus acciones, creen que si su pareja no se entera, y que no están haciendo ningún mal a su relación. Pueden estar atormentados por conflictos emocionales en su infancia. Suelen tener una idea equivocada del amor: cuando no experimentan la pasión del principio, han de buscarla en otro lugar y pueden sentir que su vida, en los demás aspectos, es aburrida. En algunas ocasiones, puede que quieran acabar con la relación que tienen y no se atrevan a hacerlo, por lo que buscan una escapatoria para no afrontar el problema.

 

En cuanto a ellas, la psicóloga alemana Gisela Runte entrevistó a mujeres de entre 28 y 56 años para llegar a discernir el móvil del engaño. Una de las razones principales es la insatisfacción sexual y sentir que no despiertan el deseo de su pareja. 

La infidelidad también es usada como un castigo por algún comportamiento del hombre que no es el deseado (desde que no se implique en las tareas del hogar hasta que no se tome en serio sus problemas). 

 

Los viajes, según descubrió la investigadora, son también un momento en que las mujeres se sienten más liberadas y más tentadas. Al igual que los hombres, también pueden desear el fin de la relación y no encuentran la forma de darle carpetazo. Y en concordancia con el sexo opuesto, el miedo al compromiso puede ser otra razón de peso.

 

 

diciembre2022@womanpenelope.es