aprende con penelope

Woman Penelope 

si no crees en que los sueños se cumplen, será muy dificil luchAR POR ELLOS

J. Específicos

transexuales

Historia Real...

 

Mi experiencia con un transexual

 

Mi pareja estaba de viaje de negocios, estaba algo cachonda y me puse a curiosear por internet. Apareció ante mí una chica rubia, muy guapa, alta y delgada, de unos treinta y dos años. Era transexual y se alquilaba por horas. Me picó la curiosidad y quise saber más de ella, ya que algunas pacientes me habían hablado de su experiencia con una trans y yo debía probarlo,  estuvimos hablando durante algo más de media hora y al final llegamos a un acuerdo económico. 

 

Quedamos en mi apartamento una hora más tarde, le pedí limpieza y puntualidad. 

 

Me fui a preparar tranquilamente y me puse un vestido blanco corto, sin ropa interior. Me serví una copa de vino blanco y me senté en el sofá del salón a esperarla. Al poco tocaron al timbre y apareció la chica, en persona era espectacular, llevaba una falda excesivamente corta y una blusa casi abierta, dejando ver sus pechos grandes y firmes, se apreciaban unos pezones punzantes. 

 

La invité a entrar y le ofrecí una copa de vino blanco, que aceptó. Pase a la cocina y serví dos copas, nos sentamos en el sofá del salón, ella frente a mí y empezamos a hablar de lo que nos gustaba a cada una.

 

Era como si la conociera de siempre, una chica muy cercana. Pronto empezamos a reír y con disimulo se movía dejando ver sus pechos, que eran perfectos. 

 

Al rato dijo que si pasábamos al dormitorio... yo lo estaba deseando pero intentaba disimular,

Ya en la habitación, me quite el vestido y ella muy despacio, se quitó la blusa mostrando sus pechos perfectamente redondos, yo estaba ansiosa por ver lo que escondía debajo de la falda y ella como si fuera a cámara lenta, iba poco a poco.

De pronto la dejó caer, y no daba crédito a lo que veían mis ojos, espectacular era la palabra, una polla extremadamente tremenda, me quedé sorprendida, paralizada. Parecían dos cuerpos distintos. Me senté en el borde de la cama, mirando ese cuerpo escultural y una polla gigante pero algo caída.

 

Noté como me sofocaba y mi coño se iba mojando, me estaba poniendo cachonda solo con mirarla, me empecé a poner algo nerviosa, pensaba que tendría todo controlado pero en ese momento no me conocía. Entonces ella se acercó y cogió mi mano llevándola a ese pedazo de polla, instintivamente empecé a moverla, notando su dureza y con una suavidad parecida a la seda. 

 

La iba moviendo desde los huevos hasta la punta, recreándome en ella y empapando mi mano con ese líquido que salía de su polla, el calor aumentaba por momentos, mis pezones se habían puesto firmes y tragaba saliva.. yo seguía con mi mano de arriba hacia abajo, tocando ese palo y ella bajó su mano hasta mi coño, tocándolo con delicadeza, me abrí de piernas y sus dedos se movían ligeros, palpaba los labios y me rozaba el clítoris con la Palma de su mano. Después metió un dedo y después otro en mi vagina, escuchaba el sonido de mis jugos al movimiento de sus dedos entrando y saliendo. 

 

Ufff que cachonda me puso, me tumbé y me dejé hacer, en ese momento perdí toda mi voluntad, estaba inmersa y centrada en las sensaciones deliciosas que estaba experimentando. 

 

Al verme tumbada, de lado en la postura que estaba la trans, agachó su cabeza y la metió entre mis muslos, notaba su aliento cálido, noté su lengua en mi coño, lo besaba y succionaba mis labios, lamia con la lengua abierta desde la vagina hasta el clítoris, una y otra vez, me hizo ver nubes de colores, quería controlar la excitación pero fue más fuerte que yo y me corri con una fuerte sacudida.

 

Sin dejarme reaccionar, subió y empezó a besar mis pechos, con la lengua jugueteaba con mis pezones erizados... a todo esto yo no soltaba la polla de la mano, era como un tesoro y no podía dejar de tocarlo. Había visto pollas grandes de todos los tamaños, pero ninguna como el tacto que  tenía esta, me provocaba un morbo tremendo y una necesidad, como si tuviera un iman que  me llamaba y me decía... tienes que probarlo. 

 

Conforme estaba tumbada en la cama, le pedí que me metiera la polla dentro, solo la punta y  con cuidado la fue metiendo, noté como se abría mi vagina y ella empujaba muy despacio y la volvía a sacar al borde de mi coño. Bufff mi vagina era un rio, como si estuviera haciéndome pis, goteaba y goteaba. Le agarré del culo y le empuje un poco hacia mí, quería notarla más dentro. Wow llenaba todo mi interior, con sus movimientos pausados me rozaba el clítoris, yo jadeaba sin parar, no quería que acabara ese momento pero me iba a correr y no quería retrasarlo y dos empujones más y exploté de nuevo con saltos, como si me hubieran dado electricidad. 

 

Cuando recobre el aliento, me fui al baño para ducharme, después pasó ella y se aseó también, cuando salió de la ducha, yo estaba sentada en el salón fumando un cigarro y pensando en todo lo sucedido. Le dije si quería una copa de vino y bebimos tranquilas, hablando de lo ocurrido, sin darme cuenta hablaba con la mirada fija en su polla y pechos perfectos. Nos reíamos con la conversación y de pronto, ella se agachó frente a mi y empezó a chupar mi coño, que seguía mojado. 

 

Abrí las piernas y miré mi coño y no lo reconocía, tenía los labios hinchados y abiertos completamente. Mi clítoris que es pronunciado, había crecido como un micro-pene, ella seguía con sus lengüetazos y en segundos el calor regresaba, era intenso en mi interior, necesitaba que lo apagara, empecé a gemir sin control, no pares... le dije.

 

Entonces ella paró y se levantó, poniéndome su polla en la boca, y fui chupando obediente a su petición, chupaba despacio, era una sensación distinta a lo conocido hasta ese momento, cuanto más chupaba, más cachonda me ponía. 

 

Yo estaba que no podía más, quería chupar, quería que me chupara, que metiera su polla en mi coño, no sabía en qué orden pero que no parara, y entonces sacó la polla de mi boca, me cogió de las piernas, las levantó, abriéndolas. Me recosté en el sofá y notaba el coño cómo dormido y ella fue metiendo su polla y poco a poco fui notándola hasta que llegó al tope, al final del todo.

 

Seguía moviéndose despacio, saboreando mi coño con su polla, rozando mis labios y no pude esperar más, empecé a estimularme el clítoris con la mano y a los pocos segundos, woooww exploté con gritos. 

 

Cuando saco su polla, me incorporé y me la metí en la boca, estaba caliente y sabía a mi flujo, algo ácido, la movía con una mano y con la otra le acariciaba los huevos, haciéndole una paja, quería que se corriera, me había regalado un momento único y quería que ella disfrutara también ..... empecé a moverla más de prisa y al poco exploto fuertemente en mi boca, tan fuerte que salpicó mi cara de semen. 

 

Nos lavamos de nuevo, descanso un rato y se marchó, dándome un beso en los labios. 

 

Reflexión

Es una experiencia que hay que vivir una vez en la vida, la sensación es como estar en otro mundo, te desinhibes con libertad, pierdes la noción del tiempo, no quieres que acabe ese momento de placer absoluto. Tienes un sentimiento de agradecimiento, por los momentos de placer recibidos. 

 

 

 

estudio realizado febrero2020@womanpenelope

Los transexuales son hombres y mujeres atrapados en cuerpos que no se corresponden a cómo sienten. Tienen conflictos emocionales, sin libertad para ser ellos mismos. Viven una vida que se les escapa, falta de tiempo para ser personas plenas. Rodeados de una sociedad que los esconde.

 

Los que rompen esa barrera y salen, tienen su meta puesta en conseguir su objetivo. El ser 100% acorde con ellos mismos. Ellos son conscientes del morbo que causan a su alrededor y lo aprovechan. Se visten llamativos, faldas cortas y blusas ajustadas con grandes escotes para lucir sus perfectos pechos recién estrenados.

 

Están muy cotizados y valorados por hombres, mujeres y sobre todo por parejas para realizar sus instintos sexuales más ocultos, aunque no lo reconocerán abiertamente. Es un tabú para la sociedad. 

 

Los transexuales encuentran una veta de oro en la prostitución, su transformación supone un coste muy elevado o inaccesible para muchos, por lo que ven en la venta de su cuerpo un atajo, la vía más rápida para lograr su objetivo.

 

Disfrutan de su sexualidad y consiguen orgasmos placenteros, su polla hormonada está siempre dispuesta a penetrar un coño o un ano, por lo que consiguen diferentes clientes en un mismo día, nunca defraudan.

 

Los que han disfrutado de esta experiencia, la recuerdan con una sonrisa pícara, como un sueño hecho realidad, resaltan la sensibilidad y delicadeza de una mujer y el morbo que les produce el tener una polla descomunal en sus manos. La califican de una experiencia maravillosa, que los transporta a un mundo irreal, los envuelve en una nube imaginaria donde la magia existe. 

 

Cuando ven los atributos del transexual, sienten un deseo incontrolable por palpar esa majestuosa polla, por chuparla y aunque en sus expectativas no estaba contemplado metérsela en el coño, boca o ano, sienten una ansiedad, tal, que no pueden controlar probarla. Llegando a tener orgasmos potentes, explosivos inimaginables. 

 

Sienten una electricidad inexplicable que recorre sus cuerpos cuando están en contacto físico con uno de ellos, le hace sentirse como en una nube, donde ninguno es capaz de controlar sus impulsos. 

 

 

Para la mujer...

es un sueño hecho realidad, el poder disfrutar con otra mujer, tocar sus pechos y sabiendo el trans donde están los puntos más sensibles de la mujer y como regalo, una polla soñada. Para ella es el amante perfecto.

 

Para el hombre...

es una experiencia nueva, en la que aceptará que le toque el trans su adorada polla e incluso que le haga una paja y a la vez, él podrá tocar una polla que no sea la suya. 

 

Para las parejas...

ellas disfrutarán de tener una polla que no sea la de su hombre, los masturbaran sin poder resistirse a complacer al trans que las ha hecho disfrutar de sensaciones desconocidas hasta el momento, como agradecimiento. El ver como el trans masturba a su pareja, las hará ponerse al máximo de excitación.

 

Al hombre le produce un morbo tremendo ver cómo su pareja juega, masturba, roza su coño con la polla del trans e incluso la chupa. Le podrá muy cachondo.

 

Todos mantendrán el deseo de repetir la experiencia. Que será muy positiva para la pareja, siempre y cuando esté controlada y no se convierta en obsesión.

 

 

Estudio realizado febrero2020 @womanpenelope 

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